ADCOME: ¿Cuál fue su motivación escribir un libro sobre la tarea del Director de Orquesta?
Carmona: Mucha gente se hace la pregunta sobre para qué sirve un Director de Orquesta porque lo ven ahí moviendo la batuta en el aire y creen (a lo mejor con razón) que la orquesta podría seguir tocando sola sin su presencia. Yo, a lo largo de los últimos 20 años, en los que he trabajado fundamentalmente como Director de Orquesta y Coro, he ido escribiendo historias de distintos personajes. Como es natural, vi que la figura de los Directores de Orquesta se me repetía en mi literatura porque me ocurrían cosas que creía interesante literariamente (y creo que también filosóficamente). Ahora he compilado esos relatos y creo que para quien quiera saber para qué sirve un Director de orquesta pueden ser mucho más útiles (y entretenidos) estos relatos que un libro sesudo sobre el tema.
ADCOME: ¿Incluye también anécdotas que le hayan ocurrido como Director de Orquesta?
Carmona: Las anécdotas son una pieza esencial en las líneas argumentales de todo escritor, pero una anécdota en sí, por muy curiosa que sea, no vale para la Literatura. Puede valer para el periodismo o la crónica o la aventura que se cuenta en un bar, pero no para la Literatura. Imagine que lee un relato donde un joven Director de Orquesta sale a dirigir con su primer frac recién estrenado y resulta que dirigiendo se da cuenta de que lleva la etiqueta de compra cosida todavía a la manga. Esta anécdota en literatura no funciona tanto porque el lector puede pensar: “Vaya tontería que se le acaba de ocurrir al escritor. Se ha inventado algo difícilmente creíble”. Pero si yo le cuento en un bar o en una crónica periodística que eso me ha ocurrido usted se partiría de risa y se sorprendería porque sabe que es Verdad. Esa es la diferencia: en la Literatura hay que contar cosas que “parezcan” verdad, y eso es muy difícil. Yo trabajo la Literatura para que el lector entienda que eso que está leyendo es verdad en el mundo del relato o la novela. Es muy complicado. Pero creo que al final consigo que el lector se diga: “Esto le ha tenido que ocurrir al escritor o a alguien que él conoce. Esto es Verdad”, pero es Literatura.
ADCOME: Entonces, ¿trabaja sobre la realidad o inventa?
Carmona: ¡Buena pregunta! Voy a hacerle un resumen para ver si se me entiende rápidamente: Todo lo que escribo ha ocurrido, pero no es verdad. [Risas] Se lo explico: la selección de hechos dentro de un hecho es parte del arte de la Literatura, como la selección de una foto concreta de entre miles que hace el fotógrafo es arte; o como la selección de notas que elige un compositor de entre todas las teclas de un piano (esas notas y no otras, no la que está justamente al lado) es arte. La Verdad no se puede contar porque es ¡tan multifactorial! Requiere el conocimiento de la historia pormenorizada de los personajes y de sus interrelaciones, y de cada detalle de sus vidas que nunca nadie podrá plasmar. Y luego está el enfoque que se le dé a esa selección de realidad. Permítame que le ponga un ejemplo: todos amamos a nuestra madre, por supuesto, pero quizás hemos vivido con ella un segundo o un minuto de nuestra vida en la que hemos dicho de ella: “¡Es una egoísta!”. Pues ahora suponga que de ese segundo o de ese minuto saco una historia. Alguien podría decir después al escritor: “Usted odia a su madre”. Y no es verdad, la pude odiar durante un segundo, pero ese sentimiento me sirve para escribir una historia con mucha tensión y verdad.
ADCOME: Volviendo a su tarea como Director de Orquesta, ¿qué percepción cree que se tiene en los países árabes y Oriente Medio sobre la Música Sinfónica Histórica Occidental?
Carmona: Imagino que habrá un enorme desconocimiento, pero yo le digo que la música de Bach o Mahler es una construcción artística de la que se tendrían que sentir orgullosos todos los seres humanos del planeta y en todos los tiempos, igual que nos sentimos orgullosos de los constructores de las Pirámides o de La Mezquita azul de Estambul. Saber que en el planeta hay pueblos que desconocen estos tesoros no me entristece, al contrario, me llena de energía porque quiero poder compartirlos y ayudar al elevadísimo placer que ellos proporcionan. Recientemente comencé un proyecto para llevar a la Orquesta Sinfónica Hispalense y al gran Coro de la Universidad de Sevilla, que dirijo, a Emiratos para interpretar el Requiem de Mozart, pero la pandemia mundial detuvo los proyectos. Espero poder recuperar este y otros proyectos.
ADCOME: Me lo encontré recientemente en una película de Netflix como actor y me sorprendió porque ya con saber que era Director de Orquesta y Escritor me pareció demasiado, pero ¿esto?
Carmona:[Risas] Sí. Tiene su explicación. En mi vida, desde los 17 años, todo lo he enfocado hacia conseguir ser un buen Director de Orquesta, por eso, además de estudiar Dirección decidí estudiar Filosofía, con la idea de enriquecer al hombre que yo era para ser un mejor Director. Pero luego estudié Arte Dramático, porque me parecía esencial alimentar mi expresividad, perder miedo al escenario y deshinibirme. Llegué a estudiar hasta el lenguaje de los sordomudos porque si iba a tener que expresar por medio de los gestos era esencial saber cómo lo hacían. Y aprendí mucho. También busqué un deporte que me enriqueciera para ser mejor director y practico de manera federada el Tenis de Mesa desde entonces (la semana pasada quedé el tercero en el campeonato de la Universidad) porque me mantiene ágil, con grandes reflejos y es un deporte que se puede practicar a todas las edades. Y he viajado por todo el mundo y he estudiado Historia en profundidad (ahora me estoy haciendo un especialista en Historia de China) y Antropología y estudié ocho años Derecho sólo para formarme como líder, porque quería conocer los mecanismos para poder liderar a mi orquesta. En fin, como ves, me formé en muy distintas disciplinas para enriquecer el tronco central que era la Dirección, pero lo que no sabía cuando empecé con este plan es que cada una de esas disciplinas me abría puertas a mundos que podían absorberme. Fui profesor de Filosofía en la Universidad y me podría haber quedado ahí; me puse a escribir para reflexionar sobre mi vida y mi profesión (casi todas mis novelas y libros de relatos tratan sobre vidas de músicos) y gané un Premio nacional y publiqué con las dos editoriales más importantes del país (Planeta y Alfaguara -ahora Penguin Random House) y la gente me llamaba escritor cuando yo era Director de Orquesta; empecé hablando de Música en la Radio y terminé de periodista en Chile y Argentina y ahora con una columna semanal y un programa de radio; y estudié Arte Dramático y he representado a Moliere y he actuado en series de televisión y películas y llegué a ser el jefe del Sindicato de Actores ¡durante 12 años! Estuve a punto de ser engullido por cada una de esas disciplinas en las que entré para poder ser un gran Director de Orquesta. Y no sé si he conseguido serlo, pero he tenido una vida bastante rica y entretenida...
Para terminar, quiero agradecer a ADCOME la invitación a participar en esta entrevista. Vuestra labor es magnífica porque intentáis establecer puentes culturales entre dos culturas que nunca deberían de haberse separado. Yo me siento profundamente árabe. Nací en una ciudad con callecitas estrechas y cuando he viajado a Marruecos, Egipto o Turquía me he sentido siempre como en casa. Creo que soy un buen eslabón para estar en medio de estas dos grandes culturas y encontrarme con vosotros ha sido una bendición. Os deseo mucha suerte en vuestros proyectos.
ADCOME no se responsabiliza de las opiniones de las personas entrevistadas ni necesariamente las comparte.
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